domingo, 28 de diciembre de 2025

El singular peregrinar de los observadores de aves al Santuario de la Virgen de la Peña en la Puebla de Guzmán (Huelva).

Algunos comentarios antes del artículo: 

A medida que se fueron sucediendo las observaciones, desde su primer avistamiento por el amigo Juanjo Cipriano en el mes de noviembre, del treparriscos en el Santuario de Nuestra Señora de la Peña de la Puebla de Guzman, se me ocurrió redactar alguna "cosa" para el periódico Huelva Información. Decidí contactar con Antonio Tristancho, amigo serrano, que tiene línea directa con este diario onubense. En este sentido, preparamos el texto y pedí algunas fotografías a los compañeros del grupo de whatsapp Foro Aves Andalucía. Mientras recopilabamos información básica sobre el acontecimiento ornitológico, el períodico citado decidió publicar la noticia (puedes leer aquí) sobre la confirmación de esta especie norteña por los técnicos de la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente. Llegados a este punto y tras mandar nuestro texto al diario y no tener comunicación, he decido no tirar a la "papelera" el texto que preparamos y publicarlo en mi "sopa de letras". He aquí el resultado. Gracias por leerlo y si te apetece difundirlo. 


Un santuario en lo alto del Cerro del Águila, del pueblo onubense de la Puebla de Guzmán, alberga una de las romerías más antiguas de Andalucía en honor a Nuestra Señora de la Peña. Los primeros datos de la misma rondan el año 1630, aunque las leyendas de las primeras veneraciones están centradas en el s. XV. 

El montículo privilegiado de este santuario podría recordar a otras zonas andaluzas donde existe fervor religioso por otras imágenes religiosas, como la de Nuestra Señora de Araceli en Lucena o la virgen de la Sierra en Cabra. Es un mirador excepcional para poder contemplar casi la totalidad de la provincia; al norte el Andévalo y la Sierra de Aracena, mientras que al sur es posible intuir la costa. 

La particularidad de este paraje radica en su formación geológica formada por rocas de tipo cuarcitas que hacen las delicias de los escaladores, pues este lugar es una de las pocas escuelas de escalada en muchos kilómetros a la redonda. Estas enormes piedras tienen su origen hace 360 millones de años donde solo eran arenas, muy parecidas a las que actualmente podemos encontrar en las playas de Huelva, como consecuencia de la presencia del mar en toda esta zona. Los antojos geológicos posteriores configuraron la aparición del actual Cerro del Águila. 

Más allá de la veneración religiosa y la llegada de los escaladores, la Peña está de moda entre los observadores de aves o, como se les define en inglés, los birdwatchers. En un primer momento podría llamar la atención que esta mole cuarcítica tenga un interés sobre las aves que habitan aquí. Pero el entorno del Santuario ya se había consolidado entre los aficionados a la ornitología para el avistamiento y contemplación de aves invernantes, estivales y residentes, como así lo atestiguan los observadores onubenses. 

La sorpresa para este otoño e invierno de 2025 la ha dado un pequeño pájaro proveniente de las altas montañas españolas y centro europeas, el treparriscos. Esta especie con el nombre científico de Tichodroma muraria, hace honor a su traducción latina: el corredor o el escalador de muros. En el mes de noviembre fue localizado, en los alrededores del Santuario de la Peña, por primera vez por el ornitólogo local Juanjo Cipriano. Este singular pájaro está realizando una de sus dispersiones invernales al sur de España, tal y como lo atestiguan otros avistamientos en años anteriores en las Sierras de Andújar, el Chorro en Málaga o en el propio Castillo de Aracena. 

La especie se reproduce a elevadas cotas, en paisajes que rondan los 2000 o 3000 metros de altitud. Lo extraordinario de estas observaciones está siendo el tiempo de permanencia que el individuo está teniendo en las rocas cuarcitas de la Puebla de Guzmán. Su vuelo se describe como ondulado y casi espasmódico, pues se mueve con mucha soltura sobre los cortados verticales y rocosos en busca de su alimento, pequeños invertebrados que localiza sobre las grietas, huecos y las propias piedras. 

Un detalle más sobre esta especie, es que la Sociedad Española de Ornitología (SEO), por votación popular y como viene haciendo cada año, declaró al treparriscos como Ave del Año 2025. Esta campaña, por parte de SEO, pretende visualizar la situación de algunas aves españolas con graves problemas de conservación. Para el caso que nos ocupa, la fragmentación y alteración del hábitat reproductivo, así como las alteraciones climáticas están poniendo en jaque a los escasos 1200-1800 individuos reproductores nacionales. Por ello la ONG más veterana de nuestro país, ha realizado campañas de divulgación y sensibilización, así como el desarrollo de proyectos de investigación y conservación para asegurar la viabilidad de sus poblaciones. 

Por el momento, el individuo “poblense” ha sido ya contemplado por casi una centena de aficionados, fotógrafos, observadores, conservacionistas y apasionados de las aves. Las redes sociales, las plataformas de ciencia ciudadana que recogen los diferentes avistamientos, suponen que el lugar sea conocido entre gran cantidad de naturalistas. Durante la preparación de este artículo hemos constatado que se han acercado a la Peña personas venidas desde casi todas las provincias andaluzas además de Toledo, Madrid y Canarias. Incluso la aparición de este viajero treparriscos, ha atraído a birdwatchers internacionales del vecino Portugal, Finlandia, Noruega y Reino Unido. No sabemos si esta nueva devoción ornitológica por el santuario llegará a los límites a los que llegó en el año 2010 una iglesia del condado de Norfolk en el Reino Unido . Allí apareció una especie de gorrión norteamericano que fue objeto de todos los telescopios y teleobjetivos de los aficionados británicos (puedes leer la noticia aquí). Entre los observadores se realizó una colecta y el inusual pájaro, quedó representado en una de las vidrieras del edificio. 

La Hermandad de Nuestra Señora de la Peña está al tanto de la presencia del treparriscos y de la afluencia de naturalistas que llegan. Tal es así que el matrimonio de ermitaños del santuario se han sorprendido por el hallazgo y las visitas, pues el raro trajín de personas que portan equipos de opticos era, hasta el momento, algo ajeno al paraje. También el Párroco de la Puebla de Guzmán conoce la existencia del ave norteña sobre la que todos hablan y ha mostrado interés por su observación y conocimiento. 

Con este artículo queremos hacernos eco de esta interesante noticia, pero también dejar claro que hablamos de la fragilidad de una especie y, en concreto, de un único individuo que está pasando parte de su invernada en el sur. El respeto en las observaciones debe estar a la altura de las circunstancias, evitando a toda costa comportamientos no éticos, como la persecución para conseguir una mejor fotografía o un mayor acercamiento.

Estas fiestas nos han traído esta joya ornitologica al Cerro del Águila, un motivo más para disfrutar de la comarca y asombrarnos con lo inesperado de la ornitología. 

Agradecimientos: 

A José Zarapicos, por la información aportada y su interés en la redacción de este artículo. 

A Rafael Reyes por las fotos del "trepa".  

A Pepe Reigada por la información que me facilitó y por su magnífica foto. 

A Manuel Barcena por su información, así como su fotografía del paisaje de la Peña.

A Pablo Galiano Alonso que contactacto conmigo por mensajería instantanea apoyando la causa. 

A Raffiky que también me dió pistas de por donde caminaban las observaciones de algunos pajareros en eBird y Observation. 

A Sarry y a Fernando con los que coincidí en la Peña y disfruté buscando al treparrisco sin resultados, aunque este encuentro nos sirvió para ponernos al día en nuestras vidas. 

A Trístancho por acceder a la idea de publicar algo sobre el "pajarito" aunque finalmente no saliera...

A José Manuel el Párroco de la Puebla de Guzman que posibilitó mi contacto con Javi Caldereta de la Hermandad y Marifé la ermitaña del Santuario. 

Y por último, a Juanjo Cipriano, que desde que le propuse la idea de escribir esta historieta siempre me apoyó y le pareció buena idea. Gracias amigo por estar atento a todo lo que vuela en este contexto de cambio climático. 

Saludos y seguimos. Ivan.


Fotografía de Pepe Reigada. 

Fotografía del Santuario de Rafael Reyes. 

Fotografía de la cara norte del Cerro del Águila de Manuel Barcena. 

Fotografía que hice en mi visita a la Peña y desde donde pasamos un buen rato intentando avistar al treparriscos. 

Fotografía de Rafael Reyes. 

Fotografía de Rafael Reyes. 

Fotografía de Rafael Reyes. 


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