sábado, 31 de octubre de 2009

Control de predadores

Otro de los artículos que he publicado en la Revista Cazadores, habla de la nueva figura del Controlador de Predadores que se pondrá en marcha en breve en Andalucía. Aquí deberemos de prestar atención puesto que la cualificación de estas personas ha de ser rigurosamente controlada y con las máximas garantias de como se va a llevar a cabo este perfil profesional en el campo.

Una nueva figura cinegética pronto empezará a sonar cada vez con más fuerza entre nuestro colectivo cazador. Al rehalero, al postor, al gestor, al veterinario, al orgánico, al secretario, al cazador… pronto le acompañara el controlador de predadores. Está figura viene a complementar la gestión cinegética pura y dura que se practica en nuestros cotos. Por un lado gestionamos el hábitat y dependiendo de este consideramos las capacidades de carga de nuestros cotos: “x” número de reses, “x” número de extracciones para el cupo de capturas…Por otro lado gestionamos los daños causados por predadores a nuestra actividad. Con esta figura se añade un nuevo valor a la gestión cinegética global de uno de los múltiples cotos de nuestra provincia, donde no solo se gestionará el hábitat para proporcionar alimento, sino que además se proporcionará refugio y cobijo frente a los predadores naturales o asilvestrados de nuestras especies cinegéticas, se controlaran sus poblaciones y se pondrán en practica métodos de gestión acordes con la conservación del medio natural.

Es necesario entrar en el detalle de que se entiende por “predador” o “especie predadora” en materia cinegética andaluza. Si atendemos a la normativa existente, el DECRETO 182/2005 QUE APRUEBA EL REGLAMENTO DE ORDENACIÓN DE LA CAZA establece en su Anexo I D) cuales son las especies predadoras de las especies cinegéticas. En este caso solo son cuatro: Un carnívoro: el Zorro y tres aves la Urraca, la Grajilla y la Corneja. Supongo que a lo mejor el lector de CAZADORES se ha quedado perplejo, pero es para estas cuatro especies y los animales domésticos asilvestrados (perros y gatos) para los que se dispone el control de predadores. Pudiera incluirse probablemente en este listado algunas otras especies como el Meloncillo con claros aumentos poblacionales o el Lirón Careto entre otros. Actualmente y mientras no se derogue el Reglamento de Ordenación de la caza del 2005, no se podrán incluir más especies que las cuatro que hemos mencionado aquí.

Si atendemos a una normativa más reciente como el Plan Andaluz de Caza aprobado por el DECRETO 232/2007, en uno de sus objetivos establece específicamente la idea de que en la caza debe de existir una minimización de los efectos de la predación sobre las especies cinegéticas con varias particularidades. En primer lugar dice que se ha de promover la adecuación de hábitat para minimizar los daños producidos por los depredadores, diversificando al máximo estos hábitats. En segundo lugar apuesta por regular la figura del controlador de predadores, estableciendo tanto la formación requerida como los métodos de control selectivo y en tercer y último lugar pretende regular y controlar de forma efectiva y selectiva los predadores que causen desequilibrios en terrenos cinegéticos.

La idea de este control de predadores es clara y apuesta por una figura que respete la no utilización de las artes ilegales de captura y el conocimiento perfecto de las especies consideradas “no predadoras”. Con respecto a los artes ilegales, el esfuerzo pasa claramente por erradicar el veneno del campo como así lo apoya la Federación Andaluza de Caza y la Consejería de Medioambiente con el Programa Antídoto. También se quiere formar a un técnico en conocer y saber cual es el papel de otras especies animales que amenazadas o no están presentes en nuestros cotos. Hoy día se sigue escuchando en algunos foros cinegéticos el concepto de “alimañas”, un termino feo, referido a los carnívoros, que no solo está en boca de los mayores de nuestra sierra, sino por algunos jóvenes cazadores que en minoría, siguen interpretando que las especies cinegéticas salvajes son solo de los cazadores, nada más lejos de la realidad.

La Consejeria de Medioambiente y la Federación de Caza tienen en sus manos la modelación de una figura importante para la actividad cinegética. De ellos va a depender que este controlador de predadores y la prueba aptitudinal que se tendrá que superar para obtener el carné oportuno, sea un mero trámite administrativo como el que por desgracia se ha convertido la obtención de la licencia de caza, donde en alguna ocasión se paga por las preguntas del examen o que el resultado sea efectivamente un técnico competente para poder tener criterios objetivos de que es lo que está pasando con las especies predadoras a nivel local dentro de un coto en concreto.

El controlador de predadores se enfrentará a un reto importante, por que debe de conocer al dedillo como funciona un ecosistema, como se articula el equilibrio natural del bosque mediterráneo, debe reconocer en campo rastros de todo tipo: huellas, excrementos, nidos…para estar seguro de cual es la especie objeto de gestión. Ha de ser cauto a la hora de evaluar los daños y asignarlos a una especie en concreto, puesto que como más de una vez se ha demostrado ya con alguna especie animal, se realizan juicios injustos sobre ellas cuando ha sido el perro del vecino el que ha causado la catástrofe.

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