miércoles, 2 de abril de 2014

Las cimbarras de Aldeaquemada

El compañero Manolo Cuestas de la empresa Senderos Córdoba me llama y me dice que necesita un monitor-guía para ir con varios grupos a la cascada de la Cimbarra. Me apetece acompañarlo y contarle a la gente lo majestuoso de este paisaje.

Una enorme falla ha roto el macizo de cuarcitas y el Guarrizas serpentea por las diferentes cimbarras (cascadas). La más espectacular es la que lleva el nombre de la Cascada de la Cimbarra, 40 metros altura, hacen de este lugar, en cuanto a manifestaciones geológicas, uno de los más fotografiados de toda Andalucía.


“La historia geológica de esta región comenzó hace más de 500 millones años, a comienzos de la Era Primaria, cuando un extenso mar bañaba la costa de la vieja meseta ibérica extendiéndose hacia el sur. A comienzos del Ordovícico se depositaron en sus áreas litorales arenas muy similares a las que se sedimentan actualmente en las playas y los fondos someros marinos. En esa época, la línea de costa se situaba, por tanto, muy próxima, ligeramente desplazada al norte del límite septentrional del Parque. Estas arenas, convertidas más tarde en cuarcitas, imprimirán al relieve uno de sus rasgos más personales: las agrestes cuerdas de cuarcita armoricana.”
(Fuenteweb:http://www.juntadeandalucia.es/medioambiente/site/portalweb/menuitem.7e1cf46ddf59bb227a9ebe205510e1ca/?vgnextoid=9ca33d0b1fc55010VgnVCM1000000624e50aRCRD&vgnextchannel=5cd17b32b31f4310VgnVCM1000001325e50aRCRD&lr=lang_e)

La ruta parte desde Aldeaquemada, pueblo andaluz pero con claras muestras castellanas en sus fachadas y tejados. Paralelos al guarrizas los chopos nos acompañan. Ascendemos y el primero de los miradores nos muestra un abrigo de cuarcitas con pinturas ruprestres del neolítico.

Nos desviamos y accedemos al salto de la Cascada de la Cimbarra. Un viejo molino, solo conserva sus paredes y las dos piedras de moler.

En la Plaza de Armas (planicie desde la cual se contempla todo el paisaje mediterráneo que nos redea) y mirando al oeste una especie de recinto amurallado nos recuerda el asentamiento neolítico que pobló estas tierras.

Bajamos hacia el Cimbarrillo y el Negrillo. En el camino encontramos restos fósiles de “crucianas” y ondulaciones en la roca que recuerdan al oleaje que inundo este territorio hace millones de años.


Abandonamos esta zona del territorio andaluz con la ilusión de volver para disfrutar del paisaje geológico de las cimbarras.



Saludos, Ivan. 

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