domingo, 3 de septiembre de 2023

Madrid-Burgos-Vinuesa-Mérida-Aracena en furgo-camper 2023.

Durante el verano de 2023 y como viene siendo habitual cada año, nos damos una escapada por el norte de España y aprovechamos nuestro vehículo camper. En esta ocasión el recorrido partía desde Zuheros (Córdoba) con una primera parada en la Piscina Pública de Paracuellos, donde estuvimos realmente bien. Paramos aquí para recoger a Emily que venía de Colombia y para hacer tiempo nos dimos un buen remojón.

En Madrid, recorrimos parte del centro paseando por las plazas centrales: Callao, Sol, etc. y Disfrutamos del descubrimiento de las Pizzerías Grosso Napolitano, una cadena de restaurantes basados en la pizza napolitana a la leña que no debes dejar de perderte. Tras nuestra estancia madrileña, tomamos camino a Burgos. En esta ciudad la idea principal y el objetivo era ver todo lo relacionado con el yacimiento de Atapuerca. Con la bici puede realizar un recorrido de unos 35 kilómetros por los alrededores de la ciudad, sus callejuelas y la subida al castillo. Tal y como habíamos reservado, nuestra primera visita fue el Museo de la Evolución Humana de Burgos. Una instalación espectacular que te adentra en nuestro desarrollo como especie y además nos muestra y nos desgrana, lo descubierto por el equipo de excavación de Atapuerca y la importancia del mismo en el contexto mundial. El museo está bien estructurado, con muchos dioramas, cartelería e incluso un juego de la búsqueda del tesoro para los más pequeños y al que los adultos también podemos jugar.

Km cero en Sol (Madrid). 


En nuestra evolución la "bici" ya venía con nosotros...



El curioso petirrojo que se posó en la rueda de mi bicicleta tras mi ruta en Burgos. 


Recreación del Homo heidelbergensis en el Museo de la Evolución Humana, un "eslabón perdido" y encontrado en el yacimiento de Atapuerca. 





Varias imágenes del Museo de la Evolución Humana de Burgos, donde me gustaría destacar el apartado dedicado a Charles Darwin. 


La imponente catedral de Burgos. 


Taller sobre talla lítica en el Centro de Arqueología Experimental de Atapuerca. 

La ciudad de Burgos desde el mirador del Castillo. 

El centro de Burgos es para recorrerlo tranquilamente, en sus calles y sus bares reina el rumor del gentío y el Camino de Santiago se hace patente con gran cantidad de flechas amarillas. No hay que perderse la Catedral y el Castillo, donde este último te dará una vista panorámica de la ciudad increíble.

En nuestro caso nos alojamos en el camping de Fuentes Blancas junto al río Arlanzón y en el cual estuvimos realmente bien.

Durante nuestra estancia visitamos el Centro de Arqueología Experimental y el propio Yacimiento de Atapuerca. La Fundación Atapuerca es la encargada de la gestión de las visitas y lo hacen de manera realmente eficaz. Las exposiciones de los guías eran adaptadas a todos los niveles y fueron muy dinámicas.

Desde Burgos partimos hacia Vinuesa donde pasaríamos algunos días más de descanso. Buscamos la carretera que nos permitió visitar pueblos encantadores como Quintanar de la Sierra, Duruelo de la Sierra o Covaleda. En Salduero disfrutamos de un baño en la piscina natural del pueblo.

En Vinuesa llegamos los días previos a las fiestas de verano donde es tradición la “traída y pingada de los mayos”. Los “mayos” son dos enormes pinos cortados de la sierra que se traían en carreta y tirado por bueyes, maniobrando con dificultad por las calles del pueblo. Una vez descargados en las plazas en las que se van a pingar, las cuadrillas serán las encargadas de ponerlos mirando al cielo. La tarea de pingar un pino no es fácil como así pudimos constatar, pues se tarda del orden de 45-50 minutos conseguirlo si todo transcurre con normalidad. Para saber más de esta fiesta puedes seguir el siguiente enlace: Más sobre la "pingada y los mayos"


Piscina natural de Salduero. 


Vistas de nuestra terraza furgonetera al pueblo de Vinuesa. 


Vinuesa, con sus calles de aspecto medieval, es un destino para no perderse en esta zona soriana. 






En las fotos anteriores, traída de los "mayos" y secuencia de la "pingada" de uno de ellos en la plaza central de Vinuesa. 

Aunque en esta zona el agua no falta y según nos indicaban los vecinos, ha llovido menos de lo normal nosotros disfrutamos de las aguas del Embalse de la Cuerda del Pozo. Dispone este embalse de gran cantidad de deportes náuticos y extensas playas para disfrutar de sus aguas. Además, puedes alquilar algún hidropedal y disfrutar un rato navegando por 15 euros/hora, desde la playa de Pita. 

En Vinuesa dormimos en la furgo en los alrededores del pueblo sin problemas, aunque también utilizamos el servicio del camping Cobijo. En otra de las escapadas en bici, subí hasta la Laguna Negra, emblema del Parque Natural del mismo nombre y donde visitamos la Casa del Parque, muy espectacular en todos sus contenidos.

Tras abandonar Vinuesa buscamos un pueblo escondido y muy pintoresco, Cañatalazor. Pequeño pero con calles antiguas, casas enramadas y pórticos sujetados por pilares de madera. Pueblo medieval con gran cantidad de información y una fortaleza recuperada para poder visitarlo sin prisas.


Casas de Cañatalazor y alguna de sus curiosas chimeneas circulares. 

En nuestro camino tropezamos con El Burgo de Osma. Una vez más el centro histórico del pueblo y su catedral nos dejaron boquiabiertos, dado el esplendor de sus calles.  

En el vecino pueblo de San Esteban de Gormaz, aquí no recorrimos su centro histórico pues íbamos buscando una de las piscinas naturales más increíbles que hemos disfrutado en este recorrido. El baño en el río Duero está bien acondicionado con salvavidas, escaleras y acceso a zonas de poca profundidad para todos los públicos.

Otra pernocta en el área de autocaravanas en Riaza (Segovia), nos llevó a conocer el centro histórico de este municipio, que al igual que otros pueblos de estas zonas de España, los pórticos y las balconadas engalanan de forma magistral sus calles y plazas. Con la sierra de la Pinilla tan cerca la noche refrescó de manera drástica.


Catedral de Burgo de Osma. 


Un baño y lectura tranquila en el río Duero a su paso por el casco urbano de San Esteban de Gormaz. 

Tras cruzar Madrid y coger la carretera de Extremadura, buscamos una vez más algún lugar para disfrutar del baño y en esta ocasión recalamos en Escalona y su playa fluvial en el río Alberche. Un remanso de este río a los pies de la fortaleza de la ciudad.

Nuestro camino hacía el sur nos programó una parada en el municipio cacereño de Trujillo. Puesto que llegamos al atardecer, cenamos rápido y recorrimos el casco histórico con subida al castillo. Al llegar a la plaza mayor, la iluminación de todo lo que la rodea es muy sobresaliente. Un descanso en la escalinata de la iglesia y procedimos a irnos a dormir junto a la abandonada Ermita de Santa Ana, que nos ofreció una panorámica del municipio iluminado difícil de olvidar.


Plaza central del municipio de Riaza (Segovia). 



Ruinas del castillo de Escalona y su playa fluvial. 



Iluminación espectacular del centro de Trujillo. 


Iglesia de Santa Ana, frente a Trujillo y donde pasamos la noche. Mil historias han pasado por esos muros, hoy condenados al abandono, si la administración local no pone interés en su conservación. 

Mérida sería nuestro siguiente destino, llegando a primera hora de la mañana. Recorrimos parte de sus callejuelas, nos tomamos un helado artesanal de Agustín Mira que ya conocíamos en otra anterior visita y disfrutamos durante toda la mañana del Museo Nacional de Arte Romano. Dejamos para otro momento la visita al circo, anfiteatro, teatro y todo lo que Mérida te puede enseñar.


Enorme mosaico y siempre buscando "pájaros" en el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida.

Un busto que según Eloy, se parecía a mi padre por el "bigotaso"...

 Parte de los personajes de una película que no puedo dejar de ver...

Desde nuestra última parada romana, nos dirigimos por las sierras del sur de Badajoz: Zafra, Fregenal de la Sierra e Higuera la Real hacia Aracena, final de nuestro destino y donde pararíamos en parada y fonda para descansar y volver tras varios días de vacaciones a Córdoba.

Un viaje, casi "circular" que nos lleva a conocer un poquito más nuestro país, nuestros pueblos, ciudades, paisajes, bosques, lagunas, pantanos, fauna, museos…y como siempre digo: mucho por conocer en la puerta de casa y cuantas cosas desconocidas te esperan sin salir de España.

Saludos, Ivan.



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